Aproximadamente 10% de las mujeres embarazadas en el mundo desarrollan trastornos hipertensivos durante el embarazo. El más común es la preeclampsia, que se caracteriza por presión alta.1  

Generalmente, la preeclampsia comienza después de las 20 semanas de embarazo en mujeres cuya presión arterial había sido normal. Los signos y síntomas de la preeclampsia pueden variar en su severidad, pero algunos de los más comunes son:2 

  • Presión arterial que supera los 140/901 registrada en dos ocasiones con, al menos, cuatro horas de diferencia. 

  • Exceso de proteínas en la orina (proteinuria) u otros signos de problemas renales. 

  • Edema de miembros inferiores 

  • Niveles más bajos de plaquetas en la sangre (Trombocitopenia o plaquetopenia) 

  • Función hepática alterada.  

  • Dolor de cabeza intenso. 

  • Visión borrosa o sensibilidad a la luz. 

  • Dolor en la parte superior del abdomen, debajo de las costillas y en el lado derecho. 

  • Náusea o vómito. 

  • Menor cantidad de orina (Menor frecuencia y cantidad)  

  • Dificultad para respirar. 

El tratamiento definitivo será dar a luz a tu bebé y te sentirás mejor después del parto. En la mayoría de los casos, la presión se regula unas horas después de dar a luz, pero es posible que lleve hasta 2 semanas la recuperación total.1 

 

¿Cuáles son las complicaciones más frecuentes de la preeclampsia?1 

  • Afectación en el crecimiento del bebé: la preeclampsia afecta a las arterias que suministran sangre al útero y si la placenta no recibe la cantidad necesaria de sangre, el bebé puede tener niveles inadecuados de sangre y oxígeno, lo que significa menos nutrientes.1  

  • Parto prematuro: si se presenta preeclampsia con síntomas graves, es probable que se deba adelantar el parto para salvar tu vida y la de tu bebé.1  

  • Desprendimiento placentario. La preeclampsia aumenta el riesgo de tener desprendimiento de la placenta, un trastorno que consiste en la separación de la placenta de la pared interior del útero antes del parto. Un desprendimiento grave puede ocasionar un sangrado intenso, que puede poner en riesgo tu vida y la de tu bebé.1 

  • Eclampsia. Si la preeclampsia no se controla, es posible que se desarrolle eclampsia, que, en esencia, es una preeclampsia con convulsiones. Es muy difícil predecir qué preeclampsia es lo suficientemente grave como para convertirse en eclampsia.1 

  • Enfermedad cardiovascular: con la preeclampsia, el riesgo de presentar enfermedades cardíacas puede ser mayor.1 

 

Factores de riesgo 2 

  • Antecedentes de preeclampsia. Los antecedentes personales o familiares de preeclampsia aumentan significativamente el riesgo de poder desarrollar preeclampsia.2 

  • Hipertensión crónica. Si tienes o padeces hipertensión crónica, corres mayor riesgo de desarrollar preeclampsia.2 

  • Primer embarazo. El riesgo de tener preeclampsia es mayor durante tu primer embarazo.2 

  • Nueva paternidad. Cada embarazo con una pareja nueva aumenta más el riesgo de tener preeclampsia que tener un segundo o un tercer embarazo con la misma pareja.2 

  • Edad. El riesgo de tener preeclampsia es mayor en el caso de las mujeres embarazadas muy jóvenes o mayores de 40 años.2 

  • Obesidad. El riesgo de preeclampsia es mayor si el índice de masa corporal (IMC) es superior a 30.2 

  • Embarazo múltiple. La preeclampsia es más frecuente en las mujeres embarazadas de mellizos, trillizos u otros embarazos múltiples.2 

  • Intervalo entre embarazos. Tener bebés con menos de dos años o más de 10 años de diferencia conduce a un mayor riesgo de tener preeclampsia.2 

  • Historial previo de enfermedades como migrañas, diabetes tipo 1 o tipo 2, enfermedad renal, tendencia a desarrollar coágulos sanguíneos o lupus, aumenta el riesgo de tener preeclampsia.2 

  • Fecundación in vitro. El riesgo de tener preeclampsia aumenta si concebiste a tu bebé mediante fecundación in vitro.2 

 

¿Cómo puedo prevenir la preeclampsia?1, 2 

 Si padeces de cualquiera de los factores de riesgo es muy importante acudas a tu ginecólogo de cabecera antes de quedar embarazada. No existe un manual exacto para prevenirla y recuerda que una vez que estás embarazada debes realizar chequeos mensuales para revisar tu salud y el correcto desarrollo de tu bebé. Si la preeclampsia se detecta a tiempo, tú y tu médico pueden trabajar juntos para prevenir complicaciones. 1, 2 

 

 

Referencias: 

1. Carvajal JA y Barriga, MA. Manual de Obstetricia y Ginecología, Escuela de Medicina Univ Católica de Chile, 10:2019; 115-128  

2. Mayo Clinic. Preeclampsia. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/preeclampsia/symptoms-causes/syc-20355745, consultado 20 de junio de 20